Los Tres tesoros

Representan los tres estados de condensación del Qi.

Esencia - Jing : Es la más material y en la tradición se le compara con la Tierra dentro del macrocosmos y en el microcosmos del cuerpo se le equipara a los Riñones. Es la raíz del cuerpo.
Energía - Qi : Se eleva sobre la tierra y del cual vemos su manifestación en el mundo físico gracias al cuerpo. Se le equipara al ser humano o el Estómago y el Bazo.
Espíritu - Shen : Entendido como el conjunto de las cinco actividades mentales-espirituales del ser humano, es el más sutil y se le compara con el Cielo y el Corazón.

Hay una relación de interdependencia entre las tres.

El Shen y sus actividades dependen del Qi y del Jing.
El Qi enriquece al Jing y depende también del Jing para transformarse.
Si ambos, Jing y Qi son fuertes, el Shen estará equilibrado.
Si el Shen de la persona esta desequilibrado y agitado, afectará al Qi y al Jing.

La enfermedad y los tres tesoros

El Qi es el más susceptible a ser afectado por los cambios diarios de la vida, de un segundo a otro puede haber variaciones importantes.

Hasta cierto punto, el cambio es el estado natural del Qi.
Podemos ver la facilidad de cambio del Qi en el pulso.
El estar expuesto a una emoción, un sabor o un órgano dominante durante mucho tiempo es lo que causa la enfermedad, es "antinatural". Ver: las causas de la enfermedad

Cuando una situación es mantenida durante mucho tiempo decimos que comienza a hacer raíz en el cuerpo, afecta al Jing y se manifiesta en el Shen.

De esta forma, un estrés emocional sostenido durante mucho tiempo debilita el Jing y altera el espíritu.
La mala alimentación o el comer siempre lo mismo (poca variedad de ingredientes, colores o sabores), durante mucho tiempo, debilita la esencia también.
Estar expuesto a un determinado clima durante mucho tiempo termina agotando la esencia de igual forma.
La debilidad de la esencia termina afectando las capacidades mentales-espirituales y la persona se altera, la vida no fluye.

Los tres tesoros deben mantener un cierto equilibrio entre el cambio natural y el orden en la vida.

Esta es la vía para mantener la salud:

Alimentar el cuerpo sin rigidez.
Mantener el constante movimiento de la energía.
Cultivar y estimular la mente y el espíritu con una práctica personal.